Talento de moda II : Mark Ruffalo.

En este minuto, el talento de moda en el cine es Mark Ruffalo, pues este actor pasó de ser la opción fija de directores de cine independiente a la hora de dar vida a seres fracturados por su pasado, conflictuados con su presente o derechamente looser, a ser el prototipo del novio ideal o el chico cool y sensible, de esos que viven en un piso antiguo de NY, rodeado de afiches de cine y Broadway, cultivando al mismo tiempo su faceta de artista y su look cuidadosamente descuidado. Este salto holywoodense en su carrera implica que por estos días sea común ver a Mark pisando alfombras rojas como co-estrella de la princesa de la comedia romántica (y adolescente) Resse Witherspoon en "Como si fuera cierto" y de la aspirante al cetro: Jennifer Aniston en "Dicen por ahí..." (La reina es Julia Roberts) Ambas están en cartelera actualmente.

Escuché una vez decir, que la úníca forma de triunfar en USA era vendiendo el alma. No me consta por cierto, pero tampoco tengo razones para desmentirlo. En todo caso, no me parece que Ruffalo este vendiendo su alma al participar en esas producciones. Me entretuve harto con la del maestro del género Rob Reiner. Es probable que se este "arrendando" al estilo Fuguetiano, quién sabe. No es realmente importante. Lo que sí me interesa, es atestiguar por escrito, por si acaso en el futuro le sucede aquello de que el estereotipo se hace más grande que tu talento -como le ocurrió a Resse, su legalmente rubia compañera de reparto, que a pesar de comenzar su carrera haciendo buenas cintas como "Election" de Alexander Payne (ahora muy alabado por "Entre Copas") y esa excelente sátira a la doble moral americana llamada "Pleaseantville", hoy busca revalidarse como actriz de carácter a punta de reconocimientos por su trabajo en "Walk in the line" (de hecho es muy probable que gane el Oscar, a la Academia le gusta premiar dicho esfuerzo ¿Ejemplos? Kim Bassinger, Julia Roberts, Paltrow...)- que Mark Ruffalo fue alguna vez, un silencioso denominador común de películas de culto (como "Eterno resplandor...") Filmes que son grandes no porque nos cuentan algo nuevo sino porque nos recuerdan algo que habíamos olvidado.

Las cintas a las que me refiero son: "Puedes contar conmigo", "Mi vida sin mí", "We Don't Live Here Anymore" (en Chile, pésimamente traducida como Adulterio) Películas, a mi juicio, excelentes e imprescindibles, que nadie fue a ver porque él participaba en ellas, pero que por haber estado ahí, obtuvo el respeto de los espectadores o al menos el mío. Ese que uno le tiene a los actores de sus cintas favoritas.
De esta manera y con la siguiente premisa, doy comienzo a los venideros análisis que haré de dichas películas:

"Cada película tiene su propio mundo y su propio lenguaje, pero siempre he tenido un especial afecto por las películas más personales, en las que el director trabaja sin mirar a nadie, sólo dejándose guiar privadamente por su corazón...Esas cintas que comienzan con un final y terminan con un inicio, y con la certeza de que la tristeza y la decepción conllevan, algunas veces, a profundas victorias personales".
Paráfrasis a palabras del director y guionista Cameron Crowe (Casi famosos, Digan lo que quieran, Singles, Elizabethtown, entre otras.