martes, septiembre 20, 2005

Freno de mano

Para tí.

Hoy, podríamos echarle la culpa al miedo,
al cansancio o a ambos.
Tal vez sólo deberíamos mirarnos a la cara,
sin detenernos en el reflejo que muestra de nosotros el espejo retrovisor
o frenar de golpe,
para que puedas observar desde una ubicación preferencial,
cómo esa parte que amas de mí
se desintegra al chocar con la acera.